Definición de empresa

Ahora, analicemos la siguiente definición:

“Una empresa es una entidad dedicada a la producción de bienes y/o servicios, con la finalidad de satisfacer las necesidades del mercado.”

Una empresa, en una definición más concreta, es una entidad socialmente estructurada, que a través de una administración económica y de operaciones permite la creación de bienes y/o servicios que satisfacen las necesidades de los clientes a través de los canales del mercado. Para la creación de dichos bienes y/o servicios se necesita tener un sistema productor (de producción) donde las funciones se interrelacionen a través del intercambio de información para que la gestión y el control del proceso lleve un propósito en común.

Proceso y producción

Un proceso es un conjunto de actividades o acciones que se realizan de forma coordinada y secuencial para obtener un resultado específico. Una producción es el resultado de un proceso, es decir, el producto o servicio que se obtiene al finalizar las actividades o acciones. Por ejemplo, el proceso de fabricación de un automóvil implica varias etapas, como el diseño, el ensamblaje, la pintura y la inspección. La producción es el automóvil terminado que se entrega al cliente.

Bienes y servicios

Los bienes y servicios son los productos que ofrecen las empresas a los consumidores para satisfacer sus necesidades y deseos. Los bienes son objetos materiales que se pueden ver y tocar, como un libro, una camisa o una computadora. Los servicios son actividades intangibles que se realizan para beneficiar a otras personas, como una consulta médica, una clase de inglés o un corte de cabello.

Los bienes tienden a ser almacenados y por lo tanto es necesaria una administración desde los requisitos de fabricación, capacidad de fabricación hasta su consumo, la calidad resultante de los bienes es un punto crucial para que dicho producto llegue al consumidor.

Por otro lado, los servicios son productos no tangibles, que pueden considerarse ‘volátiles’ pues no se pueden almacenarse y no se puede determinar su capacidad de producción, la calidad resultante de los servicios es evaluada después de su utilización por el cliente, de este modo la reputación y el valor de retribución del servicio es crucial como criterio de éxito. Este tipo de productor se crean y se consumen in situ.

Clasificación de las industrias

Los tipos de industrias y la clasificación de los sectores industriales son conceptos que nos ayudan a entender la diversidad y la complejidad de las actividades económicas que se realizan en el mundo. Una industria es un conjunto de procesos que transforman materias primas en productos terminados o intermedios. Los sectores industriales son agrupaciones de industrias que comparten características comunes, como el tipo de producto, el mercado, la tecnología o el nivel de desarrollo.

Existen diferentes criterios para clasificar los tipos de industrias y los sectores industriales, según el enfoque que se quiera dar al análisis. Algunos de los más utilizados son:

• Según el grado de transformación de las materias primas: se distinguen entre industrias extractivas (que obtienen recursos naturales, como la minería o la pesca), industrias manufactureras (que elaboran productos a partir de las materias primas, como la metalurgia o la alimentación) e industrias de servicios (que ofrecen actividades intangibles, como el transporte o la educación).
• Según el destino de los productos: se diferencian entre industrias de bienes de consumo (que producen productos destinados al uso final de las personas, como la ropa o los electrodomésticos), industrias de bienes de equipo (que fabrican productos destinados a otras industrias, como las máquinas o los vehículos) e industrias de bienes intermedios (que elaboran productos que requieren una transformación posterior, como el acero o el plástico).
• Según el peso específico en la economía: se clasifican entre industrias básicas (que tienen una gran importancia estratégica y generan un efecto multiplicador en otros sectores, como la energía o la química), industrias tradicionales (que tienen una larga trayectoria histórica y emplean tecnologías maduras, como la textil o la cerámica) e industrias punta (que emplean tecnologías avanzadas y tienen una gran capacidad de innovación, como la informática o la biotecnología).
• Según el nivel de desarrollo tecnológico: se dividen entre industrias de alta tecnología (que utilizan conocimientos científicos y técnicos de vanguardia y tienen una alta inversión en investigación y desarrollo, como la aeronáutica o la farmacéutica), industrias de media tecnología (que combinan tecnologías modernas con tradicionales y tienen una inversión moderada en investigación y desarrollo, como la automoción o la construcción) e industrias de baja tecnología (que emplean tecnologías simples y tienen una baja inversión en investigación y desarrollo, como la madera o el calzado).

Estos criterios no son excluyentes ni definitivos, sino que pueden complementarse y modificarse según las circunstancias históricas, sociales y económicas. Lo importante es comprender que los tipos de industrias y los sectores industriales reflejan la diversidad y la evolución de las actividades humanas y su impacto en el medio ambiente.

Sectores económicos en la industria

Los sectores económicos son las categorías que se utilizan para clasificar las actividades productivas de una economía. Estos sectores se agrupan según el tipo de bienes o servicios que se producen, el grado de transformación que sufren y el destino que se les da. Existen diferentes formas de clasificar los sectores económicos, pero una de las más utilizadas es la que los divide en tres grandes grupos: primario, secundario y terciario.

El sector primario está formado por las actividades que se dedican a la extracción o aprovechamiento de los recursos naturales, como la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería o la silvicultura. Estas actividades son la base de la producción, ya que proporcionan las materias primas para el resto de los sectores. El sector primario suele tener un peso mayor en las economías menos desarrolladas o en vías de desarrollo, donde la población rural es más numerosa y depende de la explotación de los recursos naturales para su subsistencia.

El sector secundario está formado por las actividades que se dedican a la transformación o elaboración de los bienes, como la industria, la construcción o la energía. Estas actividades añaden valor a las materias primas que provienen del sector primario, convirtiéndolas en productos intermedios o finales que pueden ser consumidos o utilizados por otros sectores. El sector secundario suele tener un peso mayor en las economías más desarrolladas o industrializadas, donde la población urbana es más numerosa y se beneficia de los avances tecnológicos y de la infraestructura que facilitan la producción.

El sector terciario está formado por las actividades que se dedican a la prestación de servicios, como el comercio, el transporte, la educación, la salud, el turismo o las finanzas. Estas actividades no producen bienes materiales, sino que satisfacen las necesidades o demandas de los consumidores o de otros sectores. El sector terciario suele tener un peso mayor en las economías más avanzadas o postindustrializadas, donde la población tiene un mayor nivel de ingresos y de consumo, y donde se valora más la calidad de vida y el bienestar social.