2024-01-18
En este artículo vamos a hablar sobre el proceso de selección de proyectos, que es una etapa clave en la gestión de proyectos. La selección de proyectos consiste en elegir los proyectos más adecuados para una organización, teniendo en cuenta sus objetivos, recursos y restricciones. Para ello, se pueden utilizar diferentes métodos y herramientas que faciliten la comparación y evaluación de los proyectos.
Una forma de simplificar el proceso de selección de proyectos es clasificar los proyectos según su naturaleza, características y finalidad. Algunos criterios de clasificación son:
Los criterios financieros son aquellos que se basan en el análisis del flujo de caja esperado de los proyectos, es decir, la diferencia entre los ingresos y los egresos que generan los proyectos a lo largo del tiempo. Algunos criterios financieros son:
Donde I0 es la inversión inicial, F flujo de caja para cada periodo t, k tasa de rendimiento.
Donde r es la tasa interna de retorno. Si VAN es mayor a 0 el proyecto es rentable, si el VAN es menor el proyecto no es viable; si VAN = 0 la decisión del proyecto es indiferente
Los criterios no financieros son aquellos que se basan en aspectos cualitativos o intangibles de los proyectos, como su impacto social, ambiental, ético o estratégico. Algunos criterios no financieros son:
La priorización y selección de proyectos es un proceso clave para el éxito de cualquier organización. Se trata de evaluar las diferentes opciones de inversión y elegir las que más se alinean con los objetivos estratégicos, los recursos disponibles y los criterios de rentabilidad.
Existen diferentes métodos y herramientas para priorizar y seleccionar proyectos, como matrices de ponderación, análisis de valor presente neto, índice de rentabilidad, análisis de sensibilidad, etc. Estos métodos permiten comparar los beneficios y los costos de cada proyecto, así como su nivel de riesgo e incertidumbre.
La priorización y selección de proyectos requiere una visión integral y sistémica, que considere tanto los aspectos financieros como los no financieros, como el impacto social, ambiental, ético y legal de los proyectos. Además, se debe involucrar a las partes interesadas relevantes en el proceso, como los clientes, los proveedores, los empleados, los accionistas y la comunidad.
La priorización y selección de proyectos es una actividad dinámica y flexible, que debe adaptarse a los cambios del entorno y a las necesidades de la organización. Por ello, se recomienda revisar periódicamente el portafolio de proyectos y ajustarlo según el desempeño y la viabilidad de cada uno.
Una herramienta útil para facilitar el proceso de selección de proyectos es la matriz de selección de proyectos, que consiste en una tabla donde se asignan puntajes a cada proyecto según los criterios establecidos. Los puntajes pueden ser numéricos o cualitativos (por ejemplo, alto, medio o bajo). La matriz permite comparar los proyectos de forma visual y ordenarlos según su prioridad. Un ejemplo de una matriz de selección entre tres proyectos sería la siguiente:
Otra manera de seleccionar un proyecto es la lista de priorización a través de objetivos, el cual se divide en dos secciones: la primera evalúa si un proyecto cumple con los objetivos obligatorios alineados a la organización y la segunda sección evalúa el potencial que tiene cada uno de los objetivos deseables del proyecto; en esta última instancia se realiza un ponderación de cada criterio y se califica conforme a la prioridad, para obtener el producto de la ponderación por la calificación obtenida al evaluar cada proyecto. Aquí abajo se muestra un ejemplo de una lista de priorización de tres proyectos relacionados a la instalación de una cafetería en diferentes locaciones y temáticas conforme al mercado:
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